Steve Mccune

Yo estaba desvelado anoche. Algo me picaba. Estaba inquieto. Madrugué para verme bien en el espejo, para examinarme, para ver lo que andaba mal. La Palabra de Dios no miente - me sirvió como espejo fiel esta madrugada para examinarme muy bien. El Señor me hizo unos ajustes y ahora me siento mejor.  ¿De qué me serviría un espejo mentiroso?