Aliento De Vida

El Señor con su sangre nos justifica gratuitamente. Su sangre viene a nosotros con el beneficio de la justificación. Significa que Dios por cuanto hemos creído en Jesucristo, emitió un decreto, declarándonos justos, es decir, que nuestro record pecaminoso ha sido borrado; porque debemos saber que en el cielo se lleva un record legal del ser humano. Pero con la justificación, Dios el Juez justo, nos declara justos.

El Señor ha capacitado a su iglesia en conocer su voluntad y ponerla en práctica con la ayuda del Espíritu Santo, lo único que, si la mentalidad no ha sido renovada, es casi imposible poder entender esto. Pero si hemos visto por la Biblia, que conocer y hacer la voluntad de Dios es lo mejor que podemos hacer, trayéndonos grandes beneficios, sin esos tropiezos tan desagradables, además de la paz de saber que estamos haciendo las cosas bien. Por lo tanto, es el momento de tomar acción en esto.

En esta enseñanza, el Pastor Tiburcio nos advierte que, así como en el mundo material el punto más oscuro de la noche es justo cuando está a punto de amanecer, estos tiempos de densa oscuridad señalan que la venida de nuestro Señor está cerca. Nos habla de las cosas que debemos hacer ante esta realidad.

En este mensaje, el Pastor Tiburcio responde ciertas interrogantes ligadas a lo que dice la Biblia acerca de que habrá cielos nuevos y tierra nueva.

En este mensaje, el Pastor Tiburcio nos habla de quiénes entrarán al cielo, y quiénes no.

A veces pedimos bendición sin estar preparados para recibirla. Esto por lo que estamos pidiendo puede constituirse en algo que nos haga daño si no estamos preparados para administrarlo. En esta enseñanza, el Pastor Tiburcio nos habla acerca de los riesgos de los que el Señor busca librarnos cuando nos hace esperar.

En esta segunda parte de este tema, el Pastor Tiburcio continúa hablándonos del riesgo que corremos de olvidarnos del Señor cuando somos prosperados. Además, nos habla de algunas razones por las cuales el Señor nos da recursos; y hace hincapié en que no aprovecha que pretendamos vivir nuestras vidas independientes de Dios.

En esta enseñanza, el Pastor Tiburcio nos habla de que Dios, a pesar de que es amor, también es juez justo, que no tiene por inocente al culpable, y que pagará a todos según hayan sido sus obras. Nos da algunas razones por las cuales Él es digno de llevar a cabo esta tarea de juzgar; y también nos advierte de lo que dice Amós 4:12, "prepárate para venir al encuentro de tu Dios...".

En esta segunda parte de este tema, el Pastor Tiburcio nos habla de que cuando Dios juzgue, lo hará en la persona del Hijo, porque por haber sido Él quien pagó el precio por nuestra maldad, puede juzgar justamente.

En este mensaje, el Pastor Tiburcio nos habla de la importancia de que discernamos el tiempo en que estamos viviendo.

Es probable que lo que estás viendo alrededor esté diciendo que no hay salida para tal o cual situación. Lo otro es, que satanás es especialista en poner pensamientos de dudas y desesperanzas en momentos así. Pero la gran noticia es que si te mantienes firme, sirviendo al Señor en santidad, consagrado a Él, es Él quien te abrirá las puertas y te dará la victoria.

En esta entrega, el Pastor Tiburcio nos habla de que, independientemente de la condición en que nos encontramos en el momento--probablemente en el punto más profundo de nuestro pecado,--si en nuestro corazón está el deseo de conocer a Dios, es porque Él está tratando con nuestra vida y tiene intención de hacer una obra en nosotros que no abandonará hasta que la haya acabado y perfeccionado.

En esta segunda parte de este tema, el Pastor Tiburcio nos continúa dando versículos que demuestran que la Biblia hace declaraciones de gran peso, que revelan que en Dios está el principio de la sabiduría, y que la verdadera ciencia está sujeta a, y proviene de Él; algunas de las leyes del universo que se están descubriendo recientemente, ya estaban publicadas en este libro. Además, nos habla de que la misma Palabra nos dice que cualquiera que rehúsa creer en Dios, y glorificarle como el Creador, evidencia ser un necio.

En esta enseñanza, el Pastor Tiburcio nos habla de dos tipos de revelaciones que Dios nos da de Sí mismo. Además, nos da un pequeño recorrido a través de declaraciones científicas, pesadas, que se encuentran en la Biblia.

En esta enseñanza, el Pastor Tiburcio nos continúa hablando acerca de quiénes serán las personas sobre las cuales la ira de Dios habrá de manifestarse; nos explica por qué esto no ha sucedido aún, y nos dice qué debemos procurar para ser librados en el día que esta ira sea derramada.

Nuestro Padre es Dios de amor, pero también fuego consumidor, que aunque ama al pecador, aborrece su pecado. Él es Santo y justo. Y esta justicia que le caracteriza demanda de Él que no de por inocente al culpable, que castigue la maldad. En esta enseñanza, el Pastor Tiburcio nos explica qué es la ira de Dios, y nos habla un poco de sobre quiénes ha de manifestarse.

El Señor vuelve, y pagará a cada uno según haya sido su obra. Todo lo que hayamos hecho será puesto a prueba por el fuego, y sólo la obra que se llevó a cabo en el espíritu correcto permanecerá--lo demás se quemará. En esta enseñanza, el Pastor Tiburcio nos explica cuáles son las personas que recibirán recompensa, y a quiénes aun lo que tenían les será quitado.

En esta segunda parte, el Pastor Tiburcio continúa diciéndonos que Jesucristo es el renuevo y la conexión con la casa de David que había de venir para traer esperanza, no sólo a Israel, sino también a todos los pueblos. Además, hace un paréntesis para enseñarnos que no siempre los que dominaban la teología tenían la sensibilidad para entender y reconocer lo que Dios estaba haciendo en el momento. Es importante que además de educarnos y adquirir conocimiento, nos acerquemos a Dios humildemente, pidiéndole que nos de revelación y discernimiento.

En esta enseñanza, el Pastor Tiburcio nos da un pequeño resumen de parte de la historia del pueblo de Israel, para llevarnos a entender que Jesús es el cumplimiento de la promesa que fue hecha a David de que uno de su linaje reinaría por siempre.

En esta segunda parte de este tema, el Pastor Tiburcio nos señala que es nuestra responsabilidad retener el depósito que Dios ha puesto en nosotros. Nos habla de los comportamientos que hacen entristecer al Espíritu Santo, y da consejos de qué hacer cuando sentimos que el anhelo por las cosas de Dios ha menguado.